Durante nuestra carrera profesional nos acompañan algunas preguntas que sirven de brújula/motor ético, preguntas que nos orientan en nuestro recorrido y nos ayudan a sostener los propios modos singulares de cuidarnos y cuidar a otros, teniendo en cuenta el contexto en que nos toca intercambiar con el mundo. Una de esas preguntas es: ¿Cuál es nuestra posición frente al paciente, frente a su sufrimiento y frente a los recursos que tenemos a nuestro alcance para formarnos?
Objetivo general:
La orientación, exploración y educación en clínica. Profundizar las competencias profesionales.
Objetivos específicos:
– Reconocimiento de las tareas significativas que se realizan en la práctica profesional
– Reconocimiento de los modos en que se muestran en la práctica la integración de conocimientos, habilidades y actitudes.
– Reconocimiento de la dinámica singular en la toma de decisiones.
– Promover el pensamiento situado, clínico y el juicio crítico.
– Promover el trabajo interdisciplinario, lenguaje común, los vínculos con personas que trabajan en otras disciplinas y entre nosotros.
– Promover encuentros cuidadosos, cultivar la receptividad y la exploración abierta.
Marco teórico
Constituido por el psicoanálisis y los postulados de la complejidad, sosteniendo como eje central la filosofía de Baruch Spinoza, filósofo holandés del S. XVII, quien influyó de manera determinante en los desarrollos de Freud y Lacan, este último, lector de Spinoza antes que de Freud, e influyó también en los desarrollos de diferentes autores hasta la actualidad. La conversación entre psicoanálisis y complejidad, con eje en nuestro filósofo holandés, nos ayuda a “pulir lentes” para pensarnos mejor en esta modernidad que habitamos.
Nos ubicamos en los bordes, en los límites de las teorías, promoviendo los encuentros, la conversación, desplegando nuestras potencias. Nos sumamos a la trama entre lo singular y lo colectivo. Abrimos el espacio para el intercambio con otras escuelas y disciplinas. Intentamos generar preguntas correctas.
La pregunta acerca de “nuestra posición frente a…” incluye la dimensión del cuerpo intentando desarrollar perspectivas no dualistas, abandonando la ilusión teórica de la mirada externa, explorando nuevas formas de producir sentido, reconociendo nuestros modos de percibir y de ser afectados.
Recorreremos otros autores como Gilles Deleuze, Suely Rolnik, Luis Hornstein, Denise Najmanovich entre otros que se nos irán sumando.
Tendremos tres definiciones operativas importantes en nuestro trabajo: Conversación – Escucha Arriesgada – Atención.
Tres acciones sobre las que reparamos, revitalizamos y resignificamos construyendo nuevos sentidos.
Conversación: Viene del latin, conversari y significa vivir, dar vueltas en compañía. La entendemos como modo convivencial, da cuenta del momento del encuentro vivo, y la tomamos como matriz generativa.
Escucha arriesgada: En relación a las conversaciones difíciles, dolorosas, también en la revisión de nuestras prácticas, se juega la apertura al otro, a lo inesperado. De qué modo nos afecta – que capacidad tenemos de ser afectados, en otras palabras, qué potencia de ser afectados ponemos en juego. Que tan dispuestos estamos a explorar las formas de ser afectados.
La Atención: “El arte de la presencia” Vivimos un momento de crisis de la atención, capturada por aparatos que nos dispersan y no estamos en lo que estamos. Missing out – lo importante no sucede donde estoy yo. Básicamente nos dedicaremos a identificar dos tipos de atención: la más común, ligada a la concentración sobre algún aspecto; y la más “interesante” la atención a las propias resonancias, para ello, es necesario dejar “la cabeza vacía”. Que tan presentes estamos en la propia vida, que tan presentes en la vida de nuestros pacientes.
Inicio: mes de abril
Duración: 7 meses
Inscripciones: para conocer el detalle del proyecto y realizar la inscripción deberán completar el formulario que se encuentra en el link de la bibliografía y abonar el arancel por transferencia bancaria al mail contabilidad.cpave@gmail.com